Antes de entrar específicamente en el tema del abordaje terapéutico, es necesario comprender el sentido de la terapia del dolor en general, y en particular del Dolor Neuropático.
También concierne a este párrafo aclarar que hay un antes y un después en relación al Dolor Neuropático. Tradicionalmente se trataba a las enfermedades que evolucionaban con Dolor Neuropático, utilizando como objetivo principal la terapia dirigida a la patología que la originaba, por ejemplo un paciente diabético con polineuropatía diabética, se lo trataba básicamente con hipoglucemiantes orales y/o insulina, y complementariamente analgésicos, esperando que al regularizar sus glucemias, los síntomas dolorosas cederían también. De esta forma el dolor se consideraba sólo como un síntoma asociado, entonces el concepto era:
"al evolucionar favorablemente la enfermedad, el dolor se alivia", y de esta manera se indicaban los analgésicos y/o coadyuvantes, como complemento del tratamiento.
Con lo antedicho queremos ratificar que hay que tratar los dos hechos sobresalientes de una enfermedad que cursa con Dolor Neuropático, tanto la patología que padece el paciente y origina el dolor, como el Dolor Neuropático instalado como enfermedad. Se crea de esta manera un nuevo objetivo que es tratar paralelamente los síntomas del Dolor Neuropático y la enfermedad. Con las posibilidades científicas de diagnosticar en forma mas específica los distintos componentes del Dolor Neuropático, y entendiendo que éste, debido sus características únicas, y la cronicidad entre ellas, pasa a convertirse en una enfermedad, es que la terapéutica moderna se direcciona en sentidos paralelos y simultáneos:
• La terapia de la enfermedad que produce dolor
• La terapia para el dolor en general
• La terapia para el Dolor Neuropático
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